La Catedral de Cádiz es una imponente construcción con una carga histórica y cultural riquísima que mantiene interesados en visitarla a propios y extranjeros. Conocida por muchos como “La nueva Catedral” y cariñosamente apodada “La Santa Cruz sobre el mar” o “La Santa Cruz sobre las aguas” es uno de los lugares más importantes de la ciudad.
Te contamos todo sobre este recinto religioso para que conozcas por qué se ha vuelto uno de los lugares de interés turístico y cultural más prominentes de la región europea y el mundo.
Los pasos en la historia que explican la apariencia de hoy
Diseñada originalmente para ser una muestra arquitectónica del ingenio español para las construcciones, la Catedral de Cádiz tardó más de un siglo en construirse por completo, habiendo iniciado las obras en 1722. Fue levantada sobre las ruinas de una antigua catedral gótica incendiada en 1596.
Durante ese tiempo de edificación, hubo una rotación notable de los encargados del proyecto, incidiendo notablemente en su apariencia actual donde convergen estilo y gustos diferentes arquitectónicos, que lejos de terminar disfrazando su apariencia, la enriquecieron notablemente.
El Barroco fue el estilo original planteado en los planos de la Catedral de Cádiz, notorio en su planta y destacado en su interior, sus frisos son rococó, mientras que su segundo cuerpo, las torres, cúpulas y fachadas tienen estilo neoclásico, así como la mayoría de los retablos y el altar mayor.
Históricamente los cambios y reemplazos de proyecto se atribuyen al protagonismo que tomó Cádiz al volverse un lugar de relevancia política, administrativa, comercial y gubernamental.
Un espacio lleno de esplendor ¿Qué ver en la Catedral de Cádiz?
La estructura del templo es verdaderamente majestuosa, llena de detalles, con una distribución interior que la divide en tres naves con una planta en forma de cruz latina, a esta se suma una girola pentagonal, bóvedas vaídas, un altar elevado, una cripta y su coro.
Exterior, la bienvenida perfecta
El Espacio exterior de la Catedral por sí mismo es una maravilla, va más allá de cubrir los tesoros que alberga en su interior este recinto, su portada principal de estilo barroco se adorna con entramados convexos, las torres en la portada son un excelente observatorio de la ciudad.
Las cúpulas brindan al interior luz natural de alta calidad gracias a su diseño, el reloj y los campanarios son el complemento perfecto para embellecer el exterior de la Santa Cruz sobre las aguas.
Capillas donde la fe y el arte se hermanan
Son 16 capillas que posee esta la Santa Cruz sobre el mar, en cada una hay muestras artísticas importantes, capaces de dejar admirados a sus visitantes, a la par de avivar la fe de quienes asisten a ella por razones religiosas.
La primera Capilla es la de San Pedro, un retablo neoclásico de piedra blanca de Carlos Requejo es su elemento principal, la imagen de San Pedro hecha de mármol, obra de Esteban Fregoni, no deja apartar la mirada de su detallada apariencia, y las demás imágenes complementan la ornamenta del lugar.
En la Capilla de San Sebastián el lienzo de su epónimo se destaca de forma fascinante, es una de las obras más importantes del Andrea Ansaldi, las imágenes de San Antonio de Padua y San Pascual destacan en los laterales.
Al ingresar en la Capilla de la Asunción el retablo de mármol es impresionante, al igual que la talla de esta virgen; mármol de colores variados revisten el lugar sin perder la sobriedad que merece, las imágenes de San Martín de la Asunción y San Fermín halladas acá son herencia rescatada de la vieja catedral.
La Capilla de San Benito da la bienvenida con una pintura de su epónimo, se complementa con un lienzo en el que se destacan escenas de su vida, las tallas de la Virgen de la Esperanza y San Antonio son dignas de admiración y devoción mariana.
Dos lienzos del titular resultan piezas centrales de la Capilla de Santo Tomás de Villanueva, destacando en este espacio de la girola, las esculturas de Santa Clara, San Ferrando y un Cristo resucitado forman el complemento escultórico del recinto cristiano.
La Capilla del Sagrario está ubicada en el centro de la girola, destacan los relieves de los Padres de la Iglesia así como una pintura de la Inmaculada Concepción, distintas imágenes de santos y pinturas sobre la Virgen son parte de los elementos artísticos que embellecen esta capilla, una de las más llamativas.
Igualmente las otras capillas del Beato Diego, la Antigua del Sagrario, de San Juan Bautista de la Salle, San Pablo, Santo Ángel, San Servando y San Germán; Santa Teresa y San José del Corazón de Jesús y del Nazareno, están llenas de elementos religiosos que resaltan a sus titulares a la par de embellecer los recintos con pinturas, esculturas y retablos.
Coro y Cripta, dos complementos de gran valor
El Coro está ubicado delante del Altar Mayor en la nave central, dos órganos de alto valor patrimonial así como sus sillas lo engalanan y sorprenden a los visitantes. El archivo musical propio de la Catedral es un rico tesoro artístico.
La Cripta está bajo el altar mayor, destaca su bóveda plana, en ella están sepultados algunos obispos, sacerdotes y personajes destacados de la ciudad.
¿Cómo llegar a la Catedral de Cádiz?
El acceso a la Catedral de Cádiz es bastante fácil, puedes elegir entre ir en Autobús tomando el 2, el M-010, el M-041, el M-061 y el M-960, el acceso en tren a través del C1 o por vía marítima en el Ferry B-042
¿Cuándo se puede visitar la Catedral de Cádiz?
Las visitas son de lunes a sábados de 10:00 am hasta las 6:30 pm, los días domingos abre sus puertas a la 1:30 pm y cierra a las 6:30 pm, los festivos tienen horario reducido de 10:00 am hasta las 2:00pm.
¿Cuánto cuesta la entrada a la Nueva Catedral?
Las entradas generales cuestan 6€, pensionados y jubilados pagan 5€, los niños entran completamente gratis y hay descuentos para jubilados, pensionados, discapacitados y grupos.
Los boletos se adquieren en la misma catedral o a través de las ventas online en la página web oficial del sitio.